A final de temporada, contaremos por decenas los toros que se han quedado sin torear por el pitón izquierdo. La mayoría de diestros se sienten desnudos sin la ayuda del estoque a pesar de las descomunales muletas que usan. Cuando la cogen con la izquierda, su desconfianza les lleva a pegar tres mantazos con los que descomponen al toro. Enseguida hacen gestos negativos con la cabeza de que por el izquierdo es un asesino y ahí se acabaron los naturales.
Pues en Pedrajas de San Esteban hemos visto todo lo contrario, un novillero toreando mejor con la izquierda que con la derecha. Se llama Javier Orozco Llopis y cambió el fútbol por los toros. Es de Ronda, lo cual debería ser una garantía.
Nuestra jornada empezó en el encierro de Cuéllar. Unos amigos nos recomendaron encaramarnos a la loma bastante lejos del embudo para evitar problemas. Resultó perfecto para ver las evoluciones del toro que se dio la vuelta. Ahí a la izquierda lo tienen con los jinetes en dirección contraria. Al final fue imposible reconducirlo:
La novillada fueron tres de Cebada y tres de Gabriel Rojas. Dos de los cebaditas, de notable muy alto, el primero y el sexto. El primero recibió en el caballo más que toda la corrida de El Parralejo junta en San Sebastián (recuerden aquí) y en la muleta era de oreja por ambos pitones:
El sexto fue este castaño carifosco y cornidelantero. Fue un novillo con poder pero lo cambiaron con un solo puyazo. Puso en problemas a Domínguez pero ya nos gustaría haber visto a más de un matador de alternativa intentando encauzar su embestida:
El otro cebada hizo quinto, era este negro zaíno. Joselete no pudo con él. Tres animales que dejaron la divisa de Medina-Sidonia en muy buen lugar:
Recordarán que hace veinticinco años, Gabriel Rojas era fijo en la feria de Abril. Las figuras se lo disputaban pero luego cayó en el ostracismo. Los tres que presentó quedaron muy por debajo de los cebaditas. Fueron el segundo, este negro meano y ligeramente astracanado:
El tercero, negro zaíno y claramente astracanado:
Y el cuarto, un poco meleno:
Dos tercios de entrada seguramente por la presencia de Domínguez, natural de Íscar, que arrastró a sus partidarios. Hubo polémica con la sustitución del anunciado Emilio Silvera por Joselete. Silvera puso este tuit quejándose de que un día antes la empresa le dijo que no toreaba y que no se presentara porque si lo hacía y se quejaba, dirían que había habido un fallo de imprenta en los carteles (?). Como nosotros no estamos en redes sociales, nos enteramos de ello ya empezada la corrida y no pudimos buscar la opinión de Enrique Solanilla, que, no obstante, tiene a su disposición la sección de comentarios abajo para aclarar lo que quiera.
JAVIER OROZCO. Remató el recibimiento al primer cebada con esta media:
En el primer puyazo recibió más cera que en Lourdes. Lo puso largo en el segundo y se arrancó pero al paso. Carretero puso este buen par donde se comprueba la sangría que se le hizo en varas. Ya se veía en el galope del toro que ofrecía las orejas en bandeja:
Orozco empezó toreando con la derecha y todo eran enganchones y vulgaridad. Pues héteme aquí que se echó la muleta a la izquierda y salió el sol. Corrió la mano excelentemente mientras el novillo seguía empapado la muleta:
Pero es que se colocaba bien y remataba los pases como Dios manda, fíjense en que la mano que torea se va detrás de la cadera, sin echarse el toro afuera como hacen nuestras queridas figuras (recuerden lo que explicábamos aquí):
No dábamos crédito a lo que veíamos, ni más ni menos que un magnífico toreo al natural. No sabemos si cuando tenga delante una babosilla se dedicará a echar la pierna atrás y destorear. Aquí no lo hizo porque estaba ante un novillo que no permitía posturitas.
Pero al entrar a matar...¡ay! Se queda en la cara como Cervera y como tantos otros que llevan años de alternativa, ahí lo tienen en un metisaca tendido y trasero:
Además, pega ese saltito tras el que se sale de la suerte sin que falte el telonazo al toro en la línea que denunciábamos aquí, recuerden. Después dejó esta estocada arriba pero los tres descabellos le privaron del premio.
Su segundo era de Rojas. Primer puyazo metiendo los riñones y segundo donde lo pone largo y el toro galopa porque no sabía que la vara se la iban a poner en el pescuezo. El toro embestía mugiendo pero clavó dos veces los cuernos en la arena de tanto que humillaba. Nuevamente Orozco nos deleitó al natural:
Confirmó la impresión inicial de ser un novillero con una muñeca privilegiada en su mano izquierda. Templó y remató bien pero le faltó calentar al público. Un novillero no se puede conformar con torear muy bien como hizo él, hay que llegar al respetable y Orozco no llegó a pesar de nuestras alabanzas. Observen la muleta plana:
Cobró esta tendida, trasera y contraria pegando el salto y el telonazo, nuevamente sin cruzar, con el peligro que eso conlleva:
Descabelló cuatro veces pero lo obligaron a saludar en ambos toros y al final fue despedido con unos calurosos aplausos, los nuestros, los primeros.
Atentos los aficionados de Cuéllar porque torea este jueves allí los novillos de Alcazarén. Y también un aviso a los de Peralta porque está anunciado el sábado 8 de septiembre con unos novillos muy grandes de San Isidro (aquí los pueden ver). No le dejen que coja la muleta con la derecha...
JOSELETE. Su primero salió resabiado de chiqueros porque se acordaba del encierro donde, por cierto, los novillos encontraron las puertas de toriles cerradas y se dieron unas vueltas por el ruedo rematando en los burladeros. No lo entendemos, eso no puede ser y tiene una solución bien fácil.
Con esa salida lo previsible era darle una paliza en el primer puyazo y no se libró. Buena brega de Macías aunque en la muleta el toro seguía abanto y mugiendo pero sin mostrar maldad.
Fíjense en que Joselete lleva una muleta de dimensiones normales, no como la de Manzanares. Cuando el novillo perdió fuelle, se centró en la tela mientras Joselete hacía muecas como Morante y se ponía de perfil también como Morante muchas veces (no a la verónica, recuerden aquí).
La epidemia de quedarse en la cara sin cruzar al entrar a matar también ha afectado al granadino. Tres pinchazos donde veíamos que iba a resultar cogido y al final, esta entera pasada arriba llevándose un golpe en el pecho como era de prever:
Su segundo fue el cebadita que hizo quinto. Empujó bien en el caballo de la cuadra de Israel de Pedro, cuyos animales nos dieron la impresión de no ser tan monstruosos como los habituales. Incluso uno tuvo el buen detalle de flexionar las cuatro patas cuando iba a caerse y volverse a levantar como si tuviera un muelle. Ahí tienen a 'Andarín' romaneando por detrás mientras cobra trasero:
Macías puso dos buenos pares, como siempre:
El toro pedía un inicio dominador por abajo para decirle que no viniese con tonterías. Pues no: Joselete le pegó varios mantazos con los que enfadó al novillo y a nosotros. Lógicamente no pudo con él porque el de Cebada no quiso entregarse si no lo obligaban:
Cuando cogió la muleta con la izquierda comentábamos a Javi, vecino en el tendido: 'ojo, a ver qué pasa con la izquierda porque ese novillo está sin torear'. Acertamos de pleno porque al tercer pase se descubrió y el toro le enganchó por el bajo vientre.
Parecía que llevaba cornada pero sólo fue un golpe muy doloroso en esa zona, especialmente para los hombres. Volvió para pegar este bajonazo en el lomo. Esa mano debería estar en el pecho pero copian a El Juli, a Ureña, a López Simón, a Perera y a tutti quanti con la mano por encima de la cabeza y la estocada se les va atrás (recuerden lo explicado aquí):
Tras el descabello, el público, todavía con el susto en el cuerpo, solicitó una oreja que Fernández concedió con excesiva generosidad.
DARÍO DOMÍNGUEZ. Si usted pertenece a su peña de Íscar, no siga leyendo porque no le va a gustar lo que diremos y nos sabe mal porque compartimos con él la afición por el ciclismo. Vimos su buena disposición recibiendo a sus dos novillos con sendos faroles de rodillas en tablas. Aquí se comprueba el astracán de su primer novillo:
Fue al relance en la primera entrada y descabalgó al picador. Cuando eso sucede, rezamos por el toro ya que en la segunda recibe a duro por peseta del rencoroso piquero. Ahí lo tienen, de vergüenza una vez más. Y vean que el agujero de la primera entrada todavía está más atrás:
Si cualquiera de ustedes realizara su trabajo diario como pica esta gente, lo ponían de patitas en la calle a la primera de cambio.
El segundo tercio se convirtió en un herradero porque los arpones de las banderillas no se clavaban, ni de una en una ni a pares. Contamos hasta diez en el suelo más unos cien capotazos. Vimos que el presidente cambió el tercio con una sola banderilla sacando el pañuelo con una mano y haciendo un gesto con la otra como diciendo 'os podéis ir a esparragar, inútiles'.
Y ese novillo, que era blando y sin malicia, acabó tan harto de una lidia tan infame que empezó a embestir la muleta de Domínguez a arreones violentos. Hasta cuatro veces fue desarmado el de Íscar.
Luego vimos que tiene un problema al matar mucho más grave que quedarse en la cara: entra con miedo y, lo que es peor, se le nota tal y como se aprecia en la foto. Dos pinchazos tirando la muleta y media desprendida:
El último fue ese buen cebadita, de excelente trapío, castaño, encastado y repetidor. Se llamaba 'Habilidoso'. Lo picó El Titi poniendo interés en no clavar trasero pero fallándole la puntería mientras el novillo empujaba con ganas. Este puyazo contrario no supone para el toro ni la mitad de quebranto que en el lomo porque ha caído en la masa del morrillo:
Mal Domínguez al solicitar el cambio hurtándonos el ver de nuevo a 'Habilidoso' frente al mayoral de Raso. El iscariense vino con su faena hotelera sin darse cuenta de que a un novillo como éste, con poder y con casta, no puedes irle con milongas. Lo primero es enseñarle quién manda por abajo:
Si no, lo que haces es dar alas al toro para que se haga el amo y te saque los colores, que es lo que sucedió.
Estamos seguros de que ese novillo se hubiera entregado y habría acabado boyante si se le bajan los humos de inicio y se lo conduce luego con aplomo. Vean que no era ningún asesino:
Domínguez picó piedra durante un buen rato. Durante su faena sonó 'Nerva' pero un amigo de la banda de Íscar nos decía al final de la corrida: 'la banda ha tocado por el toro, no por Domínguez'. Tenía razón. Lo cazó alargando el brazo con habilidad y dejando esta media pasada arriba y tapando la cara que hizo mucho daño al cebadita.
Petición parecida a la de Joselete y lógica concesión del coherente presidente aunque aquí se oyeron bastantes pitos. Por eso, cuando Domínguez recogió la oreja la tiró con displicencia a la barrera antes de dar la vuelta al ruedo. Vamos a ver, Darío, ése es un gesto que quizás se lo perdonaríamos a El Cordobés aunque hizo uno parecido en Pamplona y salió vivo de milagro (pulsen aquí). Pero un novillero tiene que hacer lo que hizo Chacón en Céret este año: cuando oyó algunos pitos, entregó la oreja discretamente a su banderillero y dio la vuelta sin el trofeo (lo contábamos aquí). Eso que hiciste tú nos pareció de niñato excesivamente consentido.
Aquí terminó la muy interesante feria de Pedrajas de San Esteban: cuatro encastes en dos días, novillos todos diferentes y por lo menos cuatro de nota alta: el veragua de la vuelta, el tulio que romaneó y los dos cebadas. Es un balance más que positivo en el ganado. En los novilleros, el descubrimiento de la mano izquierda de Orozco y los problemas que tienen todos al entrar a matar. Más pronto que tarde se llevarán una cornada grave por no cruzar (como Leal en Bilbao, del que hablaremos en una próxima entrada).
Antes de ir con más conclusiones, les diremos que al día siguiente volvimos a Cuéllar y quisimos ponernos más cerca, en la talanquera de madera donde está prohibido. Desde allí hicimos esta instantánea de los espectadores en el cerro:
Cuando se empezaban a acercar los primeros caballos, comprobamos que en nuestra talanquera había unos doce abuelos que no cumplirían ya los setenta. Eso nos dio moral: si se venía un toro y empezaba a matar, quien esto firma sería el último en morir:
Al final, la cosa transcurrió sin novedad y los jinetes encauzaron perfectamente la manada, ahí vienen:
Entre los más de trescientos jinetes que se dan cita en Cuéllar está el cura de Adrados, en Segovia. Las misas pasan a segundo término porque él se viene cada día hasta el pinar a cabalgar en el encierro. Lo espera todo el año como agua de mayo, no así el caballo, que tiene que cargar con sus más de cien kilos durante un par de horas.
Vamos con las conclusiones de la feria. Lo de los cuatro encastes ya está dicho y lo del interés y la ilusión de la Asociación Afición Taurina Cultural de Pedrajas, también. Esa ilusión de estos jóvenes aficionados por el toro ¿formará parte del canto del cisne de la fiesta de toros como dice un amigo en la entrada anterior?
Destaquemos la abundante presencia de niños en los tendidos (al hilo de esto, tiene razón Villasuso aquí aunque le pierden las palabras soeces).
No hemos visto destorear más que un instante en que Joselete lo intentó con el de Gabriel Rojas. Para destorear haciendo posturas tiene que prestarse el toro y los novillos que hemos visto en Pedrajas no estaban por la labor de que se riesen de ellos acompañándoles el viaje al hilo del pitón como los que se traen las figuras del campo (y cuando les sale uno respondón como el castaño de Garcigrande a Manzanares en Bilbao, se limitan a verlo pasar sin poder con él porque han perdido la costumbre...y el oficio).
En cada puerta de acceso la empresa pone una fotocopia con el resultado del sorteo y en el ruedo se pintan tres rayas como en una concurso. Ah, y sólo hay un caballo en el ruedo. Todo esto son ganas de querer hacer las cosas bien.
Como anécdota les diremos que en la segunda corrida fuimos de nuevo a departir con el gerente de la empresa a quien ya habíamos dado la tabarra la tarde anterior. Al vernos con tanto interés y con el equipo fotográfico, tuvimos este diálogo donde empieza él:
- Oiga, veo que tiene usted mucho interés y además hace fotos, ¿quiere un pase para el callejón? (Aunque él ya sabía que teníamos el abono).
- Vaya...muchas gracias pero no, ya tengo mi entrada.
- Nada, nada, yo le invito, aquí tiene el pase.
- Es que no quiero ir al callejón porque ahí no se puede aplaudir ni silbar ni protestar, hay que comportarse. Prefiero el tendido donde hay libertad para opinar.
- Bueno, es igual, tenga. Usted lo coge y haga lo que quiera.
- No iré pero muchas gracias de todas formas.
Y nos fuimos al tendido. Aquí está la invitación sin usar.
Seguimos teniendo a gala no haber estado jamás en el callejón de ninguna plaza de toros y también el no haber entrado nunca a una corrida por invitación. Seguro que alguno de nuestros lectores pensará 'pues bien tonto es usted' y es posible que lleve razón.
Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.
Hola Rafa. Como pude compartir la tarde a tú lado, de acuerdo en todo lo que dices... Ojalá que lo de la mano izquierda de Javier Orozco lo vuelva a repetir en Peralta, supongo que ya nos lo contarás, si al final te acercas a ver la novillada. Lo de Dario Domínguez... de mal en peor...Ayer en Cuellar, he leido, que de pena, el primer novillo vivo al corral y el segundo por los pelos. Y no fue el único, que al Adoureño también se le fue vivo uno al corral. Los novillos eran de Condesa de Sobral, cartel que repiten en Peralta.... me temo lo peor...
ResponderEliminarComo comentamos en la plaza, que importante es empezar las faenas dominando al toro, con lo torero que es sacarse el toro a los medios con unos poderosos doblados por bajo, enseñandole al toro quien es el que manda. Para luego poder hacer el toreo fundamental... Cuanto daño estan haciendo las "figuritas", con el medio toro bobalicon que torean... empiezan las faenas, como ellos dicen, "tirando lineas rectas", enseñando a embestir al toro, "sin meterse con el"... Así que cuando sale un toro ó un novillo con poder, pues se ven desbordados... (que le pregunten a Manzanares el otro día en Bilbao, con el sexto Garcigrande, todavía estará soñando con el...)
Bueno Rafa, si al final te acercas a Peralta, aquí esperamos tú crónica de la tarde.
Un saludo.
Nueve avisos leo que hubo en Cuéllar...
ResponderEliminarEso de 'enseñar a embestir al toro' que tanto repiten los taurinos es la antítesis de lo que debería ser torear. Torear es obligar a que el toro vaya por donde no quiere ir. Lo demás son milongas y esa de 'enseñarle a embestir' es una de las más catastróficas.
No creo que Manzanares sueñe con ese toro porque él debió de irse al hotel pensando que lo había toreado bien. Eso le dirían sus aduladores, que los tiene a millares. E insisto en lo que escribía aquí el otro día: ¿qué dirían los también aduladores de ganaderías toristas que embisten de Pascuas a Ramos si a su ganadero favorito le saliera un toro con la codicia de ese castaño de Garcigrande? Se pondrían insoportables pero como lleva el hierro que lleva, no es que pasen de puntillas, es que directamente lo ignoran.
Saludos.
Hola Rafa:
ResponderEliminarCuán cierto es lo que comentas al decir que cuando a las figuras no les sale el torete facilón, pues por falta de oficio o por solamente pararse en el ruedo por mero trámite, no les dan la idea correcta y en muchos casos amplifican los 'defectos' del toro para pasaportarlo sin más.
Da gusto leer que algunos novilleros se esfuerzan por hacerlo bien. Habra que ver si, con más continuidad, lo de matar ejecutando mal la suerte son taras recesivas del Juli o ya está en el ADN.
Saludos,
Misti Aqp
Lo de matar quedándose en la cara es tan flagrante en muchos y tan peligroso que no sé cómo sus consejeros les permiten seguir toreando con ese grave hándicap. Tendrán un disgusto gordo más pronto que tarde. El Juli lo ha perfeccionado y lo domina: pega el salto y se sale de la suerte dando un paso de baile previo hacia afuera. Pero estos chavales tendrán una desgracia grave.
EliminarSaludos.