FERIA 3PUYAZOS, 2023 (8). RETA: FALTÓ MALA IDEA

Belmonte decía que al toro actual se le ha quitado el nervio, no la bravura y eso ha sido porque a un toro con nervio es difícil torearlo y lo que quiere el público es ver torear. Aquí nadie vino con la intención de ver arte y tronío sino lidia y dominio. Para ello, ¿tuvieron nervio los de Reta? Sí, pero ¿tuvieron la mala idea que esperábamos todos? Pues no, al menos ésa fue la sensación que llegó al tendido.

Nos comentan que las redes discuten sobre esta corrida y que a ver qué pensamos nosotros. Hombre, habrá que dividir a los presentes entre los que sólo estuvieron en la de Céret, los que era la primera vez que veían este ganado y los que habían visto Céret y Estella.

Los primeros vieron claramente que esto no tuvo nada que ver porque los toros fueron al caballo. Los segundos quedaron mayoritariamente decepcionados dado que esperaban mucha más maldad en las reses. En nuestro caso vimos que el ganadero está en el buen camino y seguro que quedó satisfecho de que la selección da sus frutos pero se nos plantea la pregunta: ¿y si se queda en terreno de nadie? Eso quiere decir que no le salgan ni satanases ni ursulinas. Entonces cuidado porque cosas que se disculpan ahora podrían no aceptarse conforme se avance más por este camino. Nos referimos a que los caballos salgan a buscar los toros o que éstos se vayan a vivir a tablas. Lo que ahora se salda con un silencio respetuoso podría tornarse en pitos y descontento. 

Antes de la corrida se presentó el libro de Jon San José sobre su ganadería:

Se ovacionó a todos los actuantes tras el paseíllo. Luego las cañas se volverían lanzas con los picadores, ya verán:

Hubo dos tercios de entrada:

El ganadero junto al presidente del Club:

SÁNCHEZ VARA. Curiosamente fue en la corrida más toreable de Reta en la que lo hemos visto peor. Su primero era Llavero, cinqueño, el único con el hierro de César Reta. 

Salió berreón pero tuvo el buen detalle de rematar en el burladero, cosa a tener muy en cuenta en esta ganadería. Eso indica que va a tragar. Se demostró cuando se tragó los lances de capa del maestro.

Lo del primer tercio fue una desvergüenza permitida por Sánchez Vara y protagonizada por Adrián Navarrete, que llegó a encararse con el público cuando le echaban en cara la infecta carnicería con que nos castigó.

Saltaba a la vista desde el tendido el miedo que tenía sobre el caballo y en cuanto se arrancó el de Reta, le pegó una carioca de cárcel con cuatro vueltas de 360 grados barrenando como si hubiera perdido el juicio. Mientras tanto, Sánchez Vara estaba ejerciendo de autista aunque nos dicen que indicó al piquero que parase. Si lo hizo, que no lo dudamos, poca autoridad demostró ante su vil asalariado. Observen su mano izquierda:

También lo vimos desentendido en el segundo, cuando Navarrete le pegó otra puñalada baja recargando. En el tercero le echó el caballo encima mientras los picadores en el callejón chuleaban al público. Bronca fea y la Guardia Civil que accedió al callejón para solicitar a los picadores que hiciesen mutis hasta que se calmasen los ánimos porque la sangre estuvo a punto de llegar al río. Qué manera más penosa de empezar la corrida, ¿verdad Javier?

No sabemos si el toro estaba ya muy resabiado pero con este primer tercio lo terminaron de fastidiar y con toda justicia se fue a refugiarse a tablas ipso facto, el único que lo hizo tan pronto.

Fue laborioso poner cuatro pares. Luego el maestro no pudo sacarlo de su querencia para terminar entrando viendo como su enemigo tenía la lengua por las nubes.

Utilizó el estoque de Sales-Fernández para dejar dos cortas y después ocho descabellos que no fueron protestados porque el toro se orientó tras el primer intento y no permitía la suerte.

Su segundo era Picarazo, un castaño cornalón que fue ovacionado de salida. De nuevo tuvo el buen detalle de rematar en el burladero.

Puso la res a veinte metros en el primero y acudió al galope para pegar el topetazo, girarse y volver, para terminar saliendo suelto.

En el segundo Vara lo puso en la segunda raya y tras escarbar y retroceder, Agudo le echó el caballo encima sin apretar con el brazo.

Pareó el maestro con la ayuda de Venturita pero el exceso de capotazos hicieron que pidiese el cambio con dos pares.

Había que insistir sin dejarle pensar pero desde el callejón le decían ¡tiempo, tiempo!, cosa que no terminábamos de entender. Tiempo, ¿para qué?, para que estos animales terminen de aprender la Metafísica de Aristóteles, ¿o qué?

El toro embestía con la cara a media altura pero tragaba sin maldades. Tenía quince pases y estocada pero el diestro le llegó a dar veinticuatro, todo por la derecha, eso sí. Le decía ¡no te rajes!

Nos dio la impresión de que ambos diestros salieron con esas taleguillas 'reforzadas'. Vean esos pliegues:

Creemos que habría que perfilarse lo más cerca posible ante este ganado pero el maestro no lo entendió así y se puso bastante lejos siempre. Dejó un pinchazo y una entera pasada y caída, con el toro patas arriba y vuelta al ruedo.

El quinto se llamaba Contento, un castaño claro, bien encornado pero blando de remos, que fue al corral:

Quizá se precipitó el presidente sin esperar a un primer puyazo. Lo decimos porque el toro tardó mucho en retirarse y el rato que deambuló sobre la arena no denotó ninguna cojera. Si estaba acalambrado, fue un error enseñar el verde con tanta celeridad.

Salió otro de Reta, aquél que en principio era el segundo sobrero pero que aquí tuvo que lidiarse por la muerte de un hermano. Lógicamente fue recibido con protestas aunque comprensivas porque el personal estaba sobre aviso:

Era un colorado claro, astifino y corniapretado. ¿Es este el tipo más adecuado para la casta navarra? Es que algún amigo nos decía que había otros que parecían del Marqués de Domecq.

Repitió en el capote y metió bien la cara. En el caballo fue el menos remiso y las tres veces embistió sin tardear. En el primero sufrió el túrmix del otro Navarrete, uno de los que chulearon al respetable al principio del festejo. En el segundo le señaló en el lomo mientras tocaba música y en el tercero se repuchó enseguida.

En banderillas pegó unos arreones que apuraron a los peones porque era pronto aunque de viaje rebrincadillo y sabiendo lo que dejaba atrás. Lo brindó a Gómez Escorial, que a última hora no se pudo vestir. Por ser mi mejor amigo, le dijo.

En un momento dado hizo hilo con el maestro, que tuvo que tomar el olivo tirando la muleta. 

Cuando volvió el diestro al ruedo pegó un pase más y dado que el toro se fue esprintando a tablas, hizo un gesto de estar visiblemente molesto y cambió el estoque sin contemplaciones.

Se perfiló en Colmenar como hizo durante todo el festejo y, aguantando la imprevista arrancada del de Reta, dejó un espadazo caído en el lomo.

Tuvo el de Guadalajara más posibilidades de sacar petróleo en esta corrida que en las dos anteriores pero no sacó nada. Bueno, una vuelta al ruedo y saludos pero nos parece un pobre bagaje cuando alguna oreja la vimos factible y más con la predisposición del tendido.

CHACÓN. Estuvo mejor de lo que esperábamos sin que su actuación fuese para el recuerdo. Su primero fue Carraco, que era el sobrero titular si no se hubiese matado aquel toro que decíamos antes.

Tragó con el capote y Chacón estuvo relajado y bien.

En el primero va al relance desde lejos y empuja, con el buen detalle del maestro de ordenar visiblemente levantar el palo. En el segundo tardea pero termina saltando con alegría y Chamorro le señala bien.

En el tercero lo ponen larguísimo pero no hubo manera porque el animal había entendido que no daban gominolas. Al final el maestro ordenó al picador que, en un acto de valentía y de disciplina con el jefe, fuese a chiqueros y allí sí que se arrancó a favor de querencia.

Antonio Camacho puso interés en la brega mientras el toro esperaba y se iba orientando pero a pesar de ello metía bien la cabeza en la tela.

Salió Chacón y con mucha lentitud empezó a tantear al toro de forma parsimoniosa, cosa que en estos animales facilita su orientación. Cuando por fin se dio cuenta de que no se comía a nadie, quiso estirarse pero el toro le pegó un susto por el izquierdo y el maestro decidió echar la persiana. El mal inicio de faena creemos que le privó de haber hecho mucho más con su enemigo.

También ha comprado el estoque de Sales-Fernández con el que dejó una entera tendida, pasada y contraria, clavada con habilidad y llevándose un golpe en el abdomen. 

Cuatro descabellos finiquitaron al toro. Esta suerte con estos animales tiene mucho valor. Vuelta al ruedo.

El cuarto se llamaba Rabioso y era un castaño chorreado en verdugo, cinqueño, de presencia imponente, que remató cuatro veces en sendos burladeros.

Con la capa llegó a clavar el pitón derecho en la arena en uno de los lances. Félix Majada estuvo mejor que otras veces, que conste para los que dicen que le negamos el pan y la sal. En el primero le echó el caballo con valor aunque luego le dio a duro por peseta. En el segundo fue otra vez a por él pasando las rayas con valentía y sin ninguna protesta, llegando a ser casi descabalgado. 

En el tercero el toro tardeaba y escarbaba y volvió a echarse encima para simplemente señalar.

Se la jugó Adalid en el primer par porque el toro recortaba con avaricia. Fíjense en que clava los palos con intención de sumar otro puyazo al animal:

Chacón no vio qué hacer y se limitó a andar por ahí delante para terminar arrancando tres pases con la izquierda siempre ayudado.

No hubo ni toreo por la cara ni tampoco lucimiento, con lo cual la cosa se quedó en ni chicha ni limoná. El toro, que pasaba al principio a regañadientes, al final terminó por negarse a colaborar.

Marra en el primero por el formidable tornillazo del toro que ven en la imagen de abajo. Después dejó una entera trasera y caída, con las patas al cielo y escuchando aplausos:

El sexto se llamaba Confidente. Era un castaño anteado y ojalado con mucha cara:

En el primero fue al relance y cabeceó violentamente porque notaba la herida en el lomo:

El segundo puyazo cayó mucho mejor pero se fue suelto con rapidez, lo mismo que en el tercero. En la cuarta vara se vino sin tardear pero huyó al hierro.

Adalid se esforzó por bajar la mano en la brega con ese capote con los nombres de Jimena y Gemma en la vuelta:

Antonio Cama fue aplaudido pero por poner este par bastante a toro pasado:

Resultó que el toro apretaba mucho para adentro y en el primer pase se le coló a Chacón. Pues ahí se acabó todo ya que se sumaron el calor, la fatiga del diestro, la tensión y las dificultades que iba a plantear el de Reta. Hizo lo mismo que en el anterior y sólo sacó en claro este natural:

Pasó un quinario con la espada: honda trasera y atravesada con el delantal tras la cual el toro se pone chulesco y arranca con furia dos capotes.

Entró de nuevo y dejó cuatro pinchazos más. En uno de ellos pareció la resurrección de Juan y Rafael Molina hace ciento cincuenta años porque el peón le echó el capote desde el otro lado para aliviarlo. Al final apuntó a los blandos y perpetró este ignominioso sablazo que rozó el golletazo:

Terminada la fiesta nos quedó la impresión de que los de Reta no se habían comido a nadie. Eran animales de pronto y en la mano y fueron de tarde y con mucha precaución. Pero eso es fácil de decir desde el tendido.

Curiosamente el más completo fue el de menos presencia y eso nos lleva a la pregunta que hemos hecho en nuestro blog y es qué prefiere usted, si bravura o trapío.

Al final recabábamos diferentes opiniones que les transcribimos aquí sin comentarios por nuestra parte. Por ejemplo:

- Estaban todos locos por las tablas

- Todo lo bueno de la corrida de ayer hoy ha sido un bajonazo

- ¿Estaban fuera de tipo esos tan grandes?

- Ha sido una corrida sosa, ha faltado poder, casta, me he aburrido.

- Es un paso más en su evolución, hay que darle tiempo.

- Hombre, con Reta es difícil decir que una corrida suya es sosa pero ésta... ha sido sosa.

- Ha sido muy toreable, o sea, decepcionante.

- Ha faltado un poco todo aunque cada arrancada al caballo debiera interpretarse como un triunfo del ganadero.

- Ha faltado movilidad, ha estado por debajo de la de Estella.

- Ha sido mansa y deslucida pero todos con la boca cerrada.

- A estas corridas es mejor no venir esperando según qué porque puedes llevarte la decepción.

- No estoy de acuerdo en que no haya transmitido miedo. Puede ser, pero sí ha habido abajo un miedo sordo entre los diestros que muchas veces es el peor.

- Hoy no era un día para ponerlos por sistema tres veces al caballo.

- Han parecido seis toros de seis ganaderías diferentes y su comportamiento me ha entretenido.

Pueden completar las opiniones ustedes en la sección de comentarios.

Que sepamos, en el festejo estuvieron los propietarios de Valdellán, Victorino, Isaías, Raso de Portillo, Zaballos, Lumbreras, Folque y Prieto de la Cal, a quien vemos en barrera detrás de Reta:

La corrida estuvo un escalón por debajo de la de Estella en emoción y tres o cuatro por encima de la de Céret en lo que se refiere a ofrecer posibilidades. En cuanto a dar miedo, estuvo cuatro pisos por debajo de las dos, por ese motivo hemos escogido el titular que han visto. 

Decía Reta que quizá serían sus nietos quienes viesen su ganado toreable. Pues ojo porque a ver si eso sucederá antes de lo previsto y es él quien llega a verlo. Si sucede esto, cuidado porque habrá que preguntarse si la afición tendrá ganas de ver sus toros en caso de que se queden en esa tierra de nadie que comentábamos al principio.

Saludos cordiales desde Tarragona. Rafa.